El proyecto “Entre diálogos y miradas” lo comencé a desarrollar el 2011 cuando trabajaba como profesora de artes en Chile. Lo interrumpí debido a un período de estudio en Barcelona. Luego lo retomé y expuse el 2013, en el Centro Cívico Cotxeres Borrell, Barcelona.
Se compone por cinco series, en las que iba reflexionando sobre la relación con mis estudiantes y cómo, a través de éstas, se generaban nuestros espacios de aprendizajes; los suyos y también los míos.
Cada serie estaba acompañada de una narrativa visual en la que, por un lado, presentaba a los estudiantes que pintaba y, por otro, contaba cómo los conocí y por qué escogía retratarlos.
A través de estas series pongo en el centro a los sujetos que retrato para reflexionar la forma con que los artistas, tradicionalmente, se han relacionado con sus modelos. Estos niños y niñas han sido sujetos con quienes he compartido y aprendido, por ende, a partir de estas series situo a mi práctica artística como un espacio para repensar y vincular mi experiencia artística y docente como un tipo de saber vinculado a la experiencia compartida.
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