Soy Pepa, mujer, madre y artista. Me gusta el mar, bañarme en él, cocinar para los míos y las sobremesas que vienen después. Con Rosario nos conocimos en lo que es ahora nuestro taller-estudio de creación. Nos vinculamos en nuestro taller y hablamos de cosas que a nuestro entender son importantes.
Trazamos un mapa pensando en lo que compartimos en el coworking. Partimos cada una dirigiéndose a su ojo (1), pues a través de este primer recorrido hablamos cómo cada una trabaja el tema de la mujer en su trabajo artístico, pero desde ámbitos e intenciones muy distintas. Mientras Pepa se centra en el tema de la mujer para visibilizar sus características más esenciales, yo busco visibilizar las experiencia de otras mujeres y los vínculos que tejo con ellas. Luego nos volvimos a mover, (3) Pepa se fue a su otro ojo y yo a mi oído, para hablar de lo que significa para cada una el espacio de coworking. Pepa se situó en su ojo para expresar la necesidad de un espacio de creación donde “escapa de lo exterior que la contamina”, y donde puede crear tranquila. Me situé en el oído para aludir a mi interés en el coworking como un espacio para compartir y dialogar con otros(as). Por último, ambas nos desplazamos a sus labios (3). Somos vecinas de cowoking y siempre conversamos mucho. Generalmente me cuelo a su espacio para escuchar sus experiencias y aprender de ella.